La niña ejerce de voz de la conciencia medioambiental de su progenitor y agita un osito de peluche que emite el sonido de una campanilla cada vez que el protagonista incurre en alguna práctica ...
El osito de peluche es querido por todos en la zona. Desde mayores a pequeños. Pero, sobre todo, pequeños. Allí cuelgan sus dibujos y algunos hasta sus cartas a los Reyes Magos y Papá Noel.